La asociación de directores cerró filas ayer en señal de apoyo a la responsable del colegio Censal después de que un padre llamara al Cuerpo Nacional de Policía denunciando que la maestra no quería devolver unos cromos a su hijo y los agentes mediaron, con lo que la directora los devolvió, como publicó Mediterráneo.
Víctor Selusi, coordinador en Castellón de la Asociación Valenciana de Directores de Infantil y Primaria, considera que la directora del centro estaba en todo el derecho de aplicar esta medida, es decir, de requisar los cromos. Así, recuerda que existe un decreto 39/2008 de 4 de abril del Consell que regula la convivencia en los centros docentes no universitarios sostenidos con fondos públicos y sobre los derechos y deberes del alumnado, padres, tutores, profesorado y personal de administración y servicios.
El artículo 35 de este redactado tipifica las conductas que son contrarias a las normas de convivencia del centro educativo y las medidas correctoras que se pueden aplicar. Y en su apartado c) especifica los actos que alteran el normal desarrollo de las actividades del centro educativo, especialmente el de las clases.
Asimismo, el artículo 36 de este decreto establece que, ante las conductas contrarias a las normas de convivencia del centro educativo, tipificadas en el artículo anterior, el plan de convivencia y el reglamento de régimen interno podrán preverse medidas de intervención que concreten, ajusten o modulen las medidas educativas correctoras.
DESPRESTIGIO // Selusi reflexiona el mal que genera una noticia de este tipo a un centro educativo, por el daño que causa a todo el colectivo docente. A su juicio, con el desprestigio del cuerpo de maestros, jueces, maestros... cada vez su autoestima es más baja. “Pueden acabar creyendo que no sirven para nada, y así es como ayudamos a cargarnos los servicios públicos más importantes”, señala este representante.
Selusi alerta, además, que “la desautorización es total por parte del padre hacia los profesores o director del centro”. A su juicio, después de lo que hizo ese progenitor, “¿con qué autoridad se puede decir al alumno que lleve los deberes hechos, o haga tal o cual trabajo, o que se comporte de acuerdo con las normas de convivencia más elementales?”.
En opinión de Selusi, el escolar “a partir de este momento tiene carta blanca para hacer lo que le venga en gana; si hay alguna cosa que no cuadra, mi padre llama al Cuerpo Nacional de Policía y a otra cosa. No sabe el progenitor lo que ha hecho”. Aconseja leer la fábula de Esopo titulada El ladrón y su madre, en la que una progenitora, en lugar de castigar al hijo que roba, lo estimula
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Crec que aquesta notícia ens ha servir per a reflexionar al voltant de la relació entre pares, mestres i xiquets (el fet de que els xiquets duguen joguets a l'escola crec que és un aspecte menor)... Jo crec que tinc la sort de tindre una bona relació amb els pares però a tots ens pot passar una cosa pareguda i sempre cal reaccionar amb calma i amb profesionalitat. Què opineu al voltant de tot açò? Si voleu, ho podem comentar en la reunió de demà.